¿Firmarán mis clientes con su DNI electronico si se lo ofrezco?

El título de este artículo refleja el posicionamiento de muchas empresas, frente a la oportunidad que representa para sus operaciones el parque de DNI electrónicos desplegados, cercano ya a los 20 millones.

A estas alturas, los beneficios de utilizar el DNI electrónico para firmar documentos son obvios, aún así los voy a recordar:

  • Posibilidad de firmar a distancia, evitandole a nuestros clientes desplazamientos innecesarios
  • Gestión y archivo del documento en formato digital, es decir facilidad de envío, archivo y localización

Gracias a los dos factores anteriores, y en un solo movimiento podemos conseguir:

  • Mejorar el nivel de servicio a nuestros clientes
  • Reducir los costes de nuestras operaciones

A pesar de estas ventajas, las empresas no se deciden a disponer en sus sistemas, las herramientas que permitan a sus clientes utilizar su DNI electrónico. La razón es precisamente que interpretan que son muy pocos los clientes que van a poder utilizarlo. Estamos ante el pez que se muerde la cola: las empresas no disponen servicios de firma electrónica a sus clientes, porque éstos no saben usar el DNI electrónico. Por su parte los clientes no usan el DNI electrónico, porque la mayoría de las empresas no les ofrecen servicios que les permitan usarlo.

Ante esta situación, son las empresas quienes deben dar el primer paso para abandonar el círculo vicioso. Los sectores clave, como banca, seguros o agencias de viajes, deben dar un paso al frente y dotar sus sistemas de firma electrónica. Los primeros en ofrecérselo a sus clientes se diferenciarán del resto mostrando una imagen de modernidad, y mejorando el nivel de servicio.

Es cierto que por su lado, los clientes necesitan un empujón para animarse a utilizar el DNI electrónico. Para la mayoría de los ciudadanos, la interacción DNI electrónico – Ordenador, es una incógnita.

En este escenario, ¿cómo lograr que los clientes utilicen el DNI electrónico? Para nosotros, las empresas deben atravesar dos niveles de madurez:

  1. Contemplar la firma electrónica como una herramienta de reducción de costes para la empresa.
  2. Estar dispuesto a invertir una parte de este ahorro en estimular la utilización por parte del cliente. La aplicación de más éxito en la historia de la firma electrónica, ha sido la declaración de la renta. ¿Por qué? Porque Hacienda anticipaba la devolución si la presentabas por internet.

Cada una de estas etapas se debe hacer efectiva mediante las siguientes actuaciones:

  1. Cuantificar el ahorro que conseguiremos obtener por cada firma que recojamos en un documento digital, en lugar de un papel
  2. Diseñar un sistema de promoción orientado a estimular el uso del DNI electrónico, que haga la operación rentable de acuerdo con el ahorro de costes obtenido

Sin duda los ciudadanos que se encuentren con descuentos o condiciones favorables en general, por el hecho de utilizar el DNI electrónico en la transacción, aprenderán a utilizarlo. Las operaciones deberían seguir siendo rentables para las empresas gracias al beneficio obtenido mediante la reducción de costes.

A partir de ahi se trata de una cuestión estadística. Al principio firmarán con su DNI electrónico un 2% de nuestros clientes, luego un 5%, y a medio plazo un porcentaje más que relevante para nosotros. El ahorro de costes se hace efectivo de forma unitaria. No es necesario que un 100% de nuestros clientes utilicen su DNI electrónico para beneficiarnos. Por tanto, los beneficios de la  medida se apreciarán desde el primer día, y mejorarán de forma progresiva.

En algún momento, ofrecer servicios para firmar con el DNI electrónico desde las empresas, será lo que llamamos un «commodity», es decir un servicio que no aportará valor al mercado, y cuya ausencia penalizará a las empresas. La cuestión es que en la coyuntura actual, se trata de una herramienta que todavía nos puede permitir diferenciarnos. No se trata de un tema menor, puesto que en cualquier sector podemos robarle un cliente a la competencia, tan solo porque nosotros le permitamos contratarnos sin desplazarse.

Para más información contactar con:

Román de Blas;

rdeblas@isigma.es;

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